No todas las mujeres embarazadas sufren náuseas incontrolables cuando están embarazadas. Aunque los investigadores han tratado de explicar por qué algunas son más proclives que otras, no hay total certeza.
Algunas posibles razones son el estrés causado por la novedad del embarazo, el aumento de la sensibilidad a los olores; y el aumento normal de la gonadotropina coriónica humana y el estrógeno, hormonas que según algunos estudios pueden propiciar el malestar. Tener un embarazo múltiple, una mayor sensibilidad estomacal y una predisposición a marearte en los viajes, también aumentan las probabilidades de náuseas durante el embarazo.
Aunque las nauseas no afectan directamente al bebé, el reto en el primer trimestre de embarazo es alimentarte correctamente aun a pesar del malestar, y garantizar que el bebé reciba todos los nutrientes necesarios para su desarrollo. Esto en algunos casos se logra a través de vitaminas y suplementos, si definitivamente la ingesta de alimento se dificulta.
Para aliviar las náuseas, los doctores pueden recomendar medicamentos suaves que no afectan al bebé, los cuales usualmente incluyen vitamina B6 y zinc. Así mismo, la sabiduría popular señala que para aliviar las nauseas es mejor si:
– Comes pequeñas porciones, frecuentemente y despacio. La idea es que tu estómago no esté vacío, pero tampoco muy lleno.
– Descansas. El cansancio puede empeorar tus nauseas.
– Evitas los olores desagradables
– No comes grasa, ni comida picante, ni condimentada que pueda irritar tu estómago
– Tomas dos litros de agua al día, sobre todo si has vomitado mucho. Evita deshidratarte.
– Algunos alimentos como las galletas de soda, pan tostado y el jengibre pueden reducir el malestar. Es recomendable que tengas algunas galletas de soda en tu mesa de noche, de manera que puedas tener un predesayuno en la cama. Si puedes esperar, levántate solo hasta cuando el cuerpo haya asimilado el alimento ingerido.
– Descubre qué aumenta tus náuseas. Recuerda que cada cuerpo es distinto.
Consulta a tu médico si las náuseas no desaparecen después del primer trimestre –esto es normal en algunas mujeres, pero es mejor consultarle al doctor–, si pierdes más de un kilo durante el período de las náuseas; si vomitas sangre; o si vomitas más de tres veces al día y no puedes retener alimentos.
Todos los comentarios (0)